Con un coste de 428,54 millones, ha resultado ser la oferta más económica
El consorcio liderado por Dragados y Sacyr se adjudica el metro de Sevilla
Carmen Fuentes/Sevilla
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h

La oferta liderada por Dragados y Sacyr se ha impuesto a FCC y Ferrovial a la hora de decidir la adjudicación de la contratación y explotación de la primera línea del metro de Sevilla, al plantear la oferta más

económica, cifrada en 428,54 millones de euros, un 19% más sobre el presupuesto estimativo. Esta oferta ganadora es, además, la que menor subvención pública precisa para la tarifa.
El coste económico ha sido la pieza clave que ha llevado a la mesa de contratación de la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía a adjudicar por unanimidad al consorcio que lideran Dragados y Sacyr la construcción y explotación de la primera línea del metro de Sevilla, y la primera que se realizará en Andalucía.
El Ejecutivo andaluz había establecido un presupuesto inicial de 360 millones de euros para la obra, compuesta de unos 19 kilómetros de vía ferroviaria, así como para el material móvil. La oferta del consorcio ganador ha superado en casi 70 millones la cifra fijada por la Junta de Andalucía, mientras que el grupo liderado por FCC estaba en 110 millones por encima y la propuesta de Ferrovial, era180 millones de euros más cara.
La propuesta de la unión temporal de empresas (UTE) liderada por Dragados, en la que también se integran las constructoras Sacyr, Salvador Rus y Gea 21, así como Transportes Urbanos de Zaragoza y la firma de material móvil CAF recibió una puntuación de 700,8 sobre 1.000, y el minimalismo se llevó en esta ocasión el "gato al agua".
Un concepto de la arquitectura esencial, sin abalorios ni estridencias, ha triunfado sobre el resto de propuestas a concurso. El proyecto arquitectónico del nuevo metro de Sevilla es una obra colectiva del estudio profesional encabezado por Enrique Abascal, Miguel Zulategui y Angel Díaz.
El proyecto elegido, que ha sido el único de los presentados a concurso que se ha adaptado como un guante a las condiciones técnicas de la contratación, destaca por su integridad y por su sobriedad. Sus creadores han huido conscientemente de las estridencias arquitectónicas, transformando las paradas del ferrocarril metropolitano en una colección de cajas de luz construidas con materiales estructurales; hormigón, metal y láminas de vidrio.
La empresa que preside Antonio García Ferrer se ha mostrado realmente satisfecha por esta adjudicación y asegura que el proyecto que ellos plantean es totalmente innovador, tanto por la tecnología empleada como por el hecho de ser la primera en España que se construya en régimen de concesión.
Entre los aspectos destacados por Dragados figuran determinados estándares de ciudad para los pasajeros, un servicio permanente de información al usuario, la adaptación de los equipamientos y material móvil a las personas con algún tipo de discapacidad, así como aspectos orientados al ahorro de energía y al reciclaje.
El diseño general para las paradas y las estaciones ha tenido dos bases fundamentales: la seguridad y la economía. Para garantizar la primera, se ha optado por el control visual inmediato de todos los espacios, la eliminación de recorridos tortuosos y el reconocimiento rápido de todos los elementos.
En cuanto a la economía, el proyecto apuesta por estaciones de tamaño reducido y por la utilización de elementos constructivos que huyan del impacto tecnológico.
Fuentes del consorcio han destacado que este proyecto es de gran importancia para la ciudad de Sevilla y para toda Andalucía, asegurando que el grupo Dragados es el más andaluz de todas las empresas que se han presentado al concurso, puesto que nació en esta región con el proyecto de reconstrucción del puerto de Tarifa en el año 1942, por lo que, según ellos, la compañía está ligada al desarrollo de la comunidad autónoma.